Mientras me cepillo mi larga cabellera rubia, me miro al espejo , me veo como si estuviera desdibujada , pongo toda la atención en lo que veo en el espejo, sí, soy yo rubia y con ojos azules, la verdad es que parece la chica perfecta, pero no tengo unos mofletes que parecen dos trozos de carne carrillera, mis ojos si son azules pero están muy juntos tengo la nariz puntiaguda y con una leve curva y mis labios son muy finos. Me hubiera gustado ser guapa y ser una súper modelo, pero no tuve esa suerte. Estoy aquí peinado mi larga cabellera enredada, estoy cansada de no ligar y de que los chicos me rechacen por no ser guapa, pienso que en esta vida tienes más posibilidades siendo guapa porque ya por ese hecho tienes más del 50% hecho, es una pena pienso que es casi más importante que tener talento, es triste pero es así la sociedad te admira y te sigue, según tu belleza puedes aspirar a mejores cosas, es tu carta de presentación. Pero sabes que te digo esto va a cambiar porque ya estoy harta he estado trabajando como una loca de bibliotecaria y haciendo todas las horas extras del mundo para que mi vida cambie he estado 5 años ahorrando. Me miro en el espejo y sonrio, sí la ciencia ha cambiado y he decidido ser guapa. Tengo 23 años y quiero ser una tía buena y sentirme deseada y acostándome cada día con un hombre diferente, y ser yo la que los enamore y después pase de ellos , porque el amor es una aceleración de nuestro ritmo cardiaco provocada por el cerebro creando una necesidad afectiva. Y esto yo no lo tengo porque seré fea pero lo que controlo más es mi mente y en esto nadie me gana porque soy súper dotada. Bueno ya se acabó ser fea mañana me opero me hacen una rinoplastia me quitan las bolas de Bichat, o sea que las carrilleras desaparecen jejejeje, me ponen labios y me inyectaran botox , soy muy joven pero el doctor me ha dicho que por eso me quedará mejor aún por que se me verá la cara más tersa y me dará más luminosidad. Estoy entrando al quirófano veo solo una luz blanca.
Ha pasado ya un mes y no me reconozco parezco la muñeca Barbie porque de cara era fea pero tenía un cuerpazo. Voy a ir a un cóctel, me he puesto un vestido rojo vaporoso pero que me marca mi cintura de avispa con un generoso escote por encima de las rodillas y unas sandalias doradas y una bolso bombonera fucsia, entro con paso firme me dan una copa de champán, veo que todos los hombres me miran con cara de lujuria veo que la operación ha salido bien . Aparece un chico moreno guapísimo, es el presentador del programa Más allá de la verdad, está buenísimo el tío me encanta, hola guapísima, cómo te llamas? Brianda, encantada, ya veo que me estás mirando mucho, déjate de royos, quieres pasar un buen rato? Sí, te espero en el baño. Al chico se le ponen los ojos como platos dice sí, vale te espero en el baño de chicas. Sabes me ha puesto como una moto esta situación nunca me había pasado bueno cállate y lámeme los pezones, me encantan estos pechos tan grandes y redondos que tienes no me caben en la mano la verdad es que me has puesto tan caliente que mi miembro va a estallar, no hagas ruido y sigue que me encanta sentirte dentro, dale más fuerte, sigue . Ha sido maravilloso me encantaría volver a verte, no dejémoslo así, esperemos que el destino nos vuelva a cruzar. Voy a por otra copa de champan
Todos los ojos se posan en mi de repente, ¿Hola cómo te llamas? Brianda, usted ya sé quién es, el alcalde de New York Jake Stanford, si te estaba mirando y nunca te había visto, yo tampoco lo conocía, quiere que le enseñe el escudo de la ciudad? Sí vamos, está por aquí en la habitación, entre, no se preocupe, es precioso me encanta, noto una inflamación en sus partes íntimas yo soy una experta en aliviar dolores, bueno como usted crea no le importa, le desabrocho los botones madre mía parece la estatua de la libertad, qué maravilla! Que lengua más dulce tiene y que suave boca, me tiemblan las piernas, no haga tanto ruido gimiendo, no se preocupe señorita la habitación esta insonorizada, siga. La verdad es que me encanta su miembro es tan grande, usted es el sueño de todo hombre estoy a punto de estallar. La verdad es que me ha encantado el escudo, y a mí usted, me da su número de teléfono? No estoy casada lo vamos a dejar aquí, ha sido maravilloso Señor Alcalde.
Michelle González